Para poder comprender mejor estos temas del mediumnismo-espiritismo es necesario conocer de qué estamos compuestos internamente. Es importante no confundir el Yo -el Ego- de lo que es la Conciencia o Esencia, que es la parte más noble y pura de nosotros mismos. Para ir entrando en materia, el Maestro Samael Aun Weor nos instruye en esta grabación transcrita sobre este apasionante tema, ayudándonos a comprender que en realidad dentro de nosotros no somos uno sino muchos....
EL PROBLEMA DE LA MULTIPLICIDAD PSICOLÓGICA
A
todos los hermanos gnósticos del Zulia, Venezuela, van mis salutaciones: ¡Paz
Inverencial!
Queridos
hermanos gnósticos, hemos sentido gran placer con la visita de los hermanos que
nos han visitado aquí, en estos días. Ciertamente, recordamos al Zulia con
inmenso cariño; obviamente el Zulia, pues, es una región muy hermosa en sí
misma...
Nos
interesa sobremanera que cada uno de nuestros hermanos se preocupe, antes que
todo, por obtener un cambio radical, absoluto, de sí mismo. CAMBIAR ES LO
FUNDAMENTAL, mas no es posible, verdaderamente, cambiar, en el sentido más
completo de la palabra, si no se AUTOOBSERVA uno a sí mismo.
Es
la vida práctica el GIMNASIO PSICOLÓGICO donde nosotros podemos
AUTODESCUBRIRNOS; en relación con nuestros semejantes, ya sea en la casa o en
la calle, o en la escuela, o en el Templo, en la fábrica, en la oficina, etc.,
si estamos en constante autoobservación, nos autodescubrirnos.
Sé
que en cualquier circunstancia de la vida, afloran los defectos psicológicos
que nosotros llevamos escondidos allá, muy adentro de sí mismos. Si uno no los
autoobserva, no puede tampoco autodescubrirlos; pero si uno está en
Autoobservación Psicológica constante, de momento en momento, entonces, estos
defectos pueden ser descubiertos.
Ellos
afloran de una forma tan natural, tan espontánea, que realmente no cuesta
trabajo poderlos descubrir si estamos en el Estado de Alerta-Percepción,
Alerta-Novedad.
Tenemos
que dividirnos entre OBSERVADOR Y OBSERVADO: Una parte que observa y otra parte
que es observada. Cuando uno se divide a sí mismo entre observador y observado,
sencillamente puede verificar, en forma directa, la cruda realidad de aquel
defecto que lleva escondido; pero debe, ante todo, dividirse entre observador y
observado...
Cada
uno de nuestros defectos psicológicos, indubitablemente, está personificado por
algún Yo. En los antiguos Misterios de Egipto se hablaba de los “DEMONIOS DE
SETH”; estos representan, claro está, a nuestros SIETE PECADOS CAPITALES.
Virgilio, el Poeta de Mantua, decía: “Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar
y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerarlos todos cabalmente”...
Todos
estos defectos que nosotros tenemos, están personificados por Demonios
Tentadores, los Demonios Bíblicos, los Demonios citados en los antiguos textos:
Kábala, Magia, etc.; son verdaderos Yoes, y cada uno de ellos posee su propia
“mente” y su propia “voluntad”.
Así
pues, nosotros, en nombre de la Verdad tenemos que afirmar que tenemos muchas
mentes y muchas voluntades; si no poseemos un Yo único, obviamente tenemos que tener
muchas mentes, muchos Yoes. Cada Yo tiene su “mente”, y cada Yo está provisto
de “voluntad” y de deseo; cada Yo es como una persona dentro de nosotros, y si
tenemos muchos Yoes, son muchas las personas que viven dentro de nosotros.
Así
pues, DENTRO DE NUESTRA PERSONA HAY MUCHAS PERSONAS (ahora nos explicaremos por
qué no poseemos una auténtica individualidad). Estamos llenos de TERRIBLES
CONTRADICCIONES: El Yo que hoy jura amor eterno a una mujer, es más tarde
desplazado por otro Yo que “no tiene velas en el entierro”; entonces, cuando
esto sucede, el sujeto se retira y la mujer queda desconcertada, decepcionada.
Así
que nadie tiene, dijéramos, CONTINUIDAD DE PROPÓSITOS (no es posible porque
tenemos una multiplicidad de Yoes dentro de sí mismos). Ésta es la “DOCTRINA DE
LOS MUCHOS”, que bien vale la pena estudiar y comprender. En el Tíbet ha sido
debidamente entendida, y estos Yoes en el Oriente Tibetano, son denominados
como “agregados psíquicos”...
Ahora
bien, entre esos agregados o Yoes no existe armonía o concordancia alguna:
Riñen entre sí, se pelean por la supremacía; cuando uno de ellos domina, se
cree el amo, el único, pero más tarde es desplazado por otro. Así pues, ésa es
la lucha dentro de sí mismos; ahora nos explicaremos, repito, por qué estamos
tan llenos, cada uno de nosotros, de tantas y tantas contradicciones. He allí
“La Doctrina de los Muchos”, y nuestros hermanos del Zulia deben irse
familiarizando con este Cuerpo de Doctrina.
Desgraciadamente
la Consciencia (que es lo más digno que todos tenemos en nuestro interior),
está enfrascada, metida dentro de cada uno de esos Yoes o Personas que viven
dentro de nuestra persona... Como quiera que estos Yoes o Personas Íntimas que
cargamos dentro, son subjetivas en un ciento por ciento, naturalmente nuestra
Consciencia está funcionando en virtud de su propio condicionamiento; es decir,
se ha vuelto subjetiva, está dormida.
Si
nosotros trituramos a cualquiera de esos Yoes, liberamos cierto porcentaje de
Consciencia, y si desintegramos en un ciento por ciento la totalidad de todos
los Yoes que en nuestro interior cargamos, la CONSCIENCIA quedará absolutamente
DESPIERTA.
Y
una Consciencia absolutamente despierta, es una Consciencia que puede ver, oír,
tocar y palpar las grandes realidades de los Mundos Superiores; una Consciencia
completamente despierta, es una Consciencia que conoce en forma directa los
Misterios de la Vida y de la Muerte...
Lo
vital considero, mis queridos hermanos del Zulia, es que ustedes, todos, se
preocupen por EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA; y eso no lo conseguirían ustedes
si no aniquilaran todas esas gentes que viven dentro de cada uno de ustedes...
Es
necesario aprender a OBSERVAR ESTOS YOES en acción. Tengamos el caso que
ustedes sientan amor por una persona del sexo opuesto; pongan atención a ver
qué ocurre en su mente, y qué ocurre también EN LOS CENTROS Emocional, Motor,
Instintivo y Sexual; aprendan a observar los Yoes en el Centro Intelectual, en
el Centro Emocional, y en el Centro Motor-Instintivo-Sexual... ¡Obsérvenlos!
Puede suceder que ustedes consideren que están enamorados de una persona del
sexo opuesto, y a buen seguro que no están enamorados, lo que sucede es que
están apasionados sexualmente.
Si
se pone cierta atención, puede uno descubrir cómo un Yo cualquiera de lujuria
puede manifestarse en el corazón como amor, sentimiento; en la cabeza como
imágenes más o menos morbosas, o ideales; pero en el sexo sí queda DESCUBIERTO
TAL YO, porque manifiesta su vibración, y entonces nos indica que realmente no
estamos enamorados, sino apasionados, que es completamente diferente (la pasión
animal es algo asqueante, morboso, sucio...)
Continuando
nosotros con este análisis, descubierto un Yo cualquiera, pongamos un Yo de
lujuria, pues entonces tendremos que ENJUICIARLO, criticarlo, analizarlo;
apelar al bisturí de la autocrítica, para abrirlo a ver qué es lo que tiene de
verdad, y una vez que lo hayamos COMPRENDIDO ÍNTEGRAMENTE (función
indispensable para la emancipación de la Consciencia), entonces habremos de
DESINTEGRARLO, aniquilarlo.
Para
ello es urgente apelar a un Poder que sea superior a la mente; afortunadamente,
ese Poder existe; quiero referirme, en forma enfática, al PODER DE LA DIVINA
MADRE KUNDALINI, la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes.
La
mente, por sí misma, no puede alterar fundamentalmente ningún defecto; puede
rotular-lo con distintos nombres, pasarlo de un Departamento a otro, esconderlo
de sí misma o de los demás, pero jamás podría alterarlo en forma definitiva.
Se
necesita de un Poder que sea superior a la mente, que sea capaz de desintegrar
cualquier defecto psicológico; ese Poder existe dentro de cualquier organismo
viviente, es un PODER FOHÁTICO, individual; me refiero al Poder Serpentino,
Anular, que se desarrolla en la Médula Espinal del asceta; si nosotros apelamos
a ese Poder, podemos desintegrar cualquier Yo, cualquier defecto; ese Poder
está personificado por la Divina Madre Kundalini: Isis, Adonia, Rea, Cibeles,
Ram-Io, Diana, Tonantzin, María...
Si
nosotros la invocamos con pureza de corazón, si la llamamos, ella vendrá; podrá
eliminar de nuestra psiquis, ese Yo que nosotros hemos entendido, que hemos
comprendido fundamentalmente... ...y si
nosotros procedemos de esa forma, pueden estar absolutamente seguros de que tal
Yo será desintegrado, será aniquilado, reducido a polvareda cósmica...
Es
decir, lo primero que se necesita es observar el defecto para descubrirlo;
segundo, enjuiciarlo analíticamente; tercero, desintegrarlo, reducirlo a polvo.
Ahí
tenemos, pues, las tres fases que nos pueden conducir a la desintegración de
cualquier Yo... Primero que todo, repito: Observación; segundo, Juicio, y
tercero, Aniquilación. En la guerra, a los espías, primero los descubren, luego
los enjuician y tercero, los llevan al paredón de fusilamiento; en forma
similar tiene uno que proceder con los Yoes, y desintegrándolos,
pulverizándolos, la Consciencia se emancipará.
Si
conseguimos desintegrar los Yoes en su totalidad, indubitablemente la
Consciencia en su totalidad despertará, y eso es exactamente lo que se necesita
para poder uno CONOCER, EXPERIMENTAR, SENTIR LA VERDAD. Jesús El Cristo dijo:
“Conoced la Verdad, y ella os hará libres”...
La
Verdad no tiene nada que ver con las creencias, con lo que alguien crea o deje
de creer; con las teorías, con las ideas que uno tenga sobre la misma; con las
opiniones, con los conceptos que uno pueda forjarse, con los preconceptos, etc.
La Verdad es lo desconocido de instante en instante, y hay que experimentarla
en forma directa; sólo quien la llega a conocer por sí mismo, puede de verdad
emanciparse.
La
Verdad no tiene nada que ver con ninguna Escuela, Secta, Orden, etc.; cuando al
BUDDHA le preguntaron “qué es la Verdad”, dio la espalda y se retiró; cuando a
JESÚS EL CRISTO le preguntaron “qué es la Verdad”, guardó un respetuoso
silencio.
De
manera que, vean ustedes cómo esos dos personajes contestaron a esa pregunta:
Buddha da la espalda, se retira; Cristo guarda silencio. Es que la Verdad
solamente puede ser experimentada por uno mismo, en forma directa...
Alguien
podría decir que “el fuego quema”; ésa es una Verdad a priori, pero otra cosa
es experimentarla, experimentar esa Verdad. Para poderla experimentar, hay que
meter el dedo en la lumbre, saber que quema; entonces dice uno: “Ésta sí es la
Verdad, porque la he experimentado”...
Uno
podría sentir un gran gozo contemplando un atardecer, o contemplando el Sol en
el amanecer, pero entonces no podríamos transmitirle esa Verdad a otro; por muy
estimable que fuese esa otra persona, no podríamos hacerle sentir lo mismo; eso
es algo que cada cual tendría que experimentar en forma directa, por sí mismo.
Así
pues, téngase en cuenta que la Verdad hay que EXPERIMENTARLA DIRECTAMENTE, y
sólo se puede experimentar EN AUSENCIA DEL YO, en ausencia del mí mismo, en
ausencia del Ego. Mientras la Consciencia esté enfrascada entre el Ego, nada
puede saber de la Verdad; podrá tener opiniones muy bellas sobre la Verdad,
podrá tener creencias, que piense que son la Verdad; podrá tener ideas sobre la
Verdad, conceptos, pero eso no es la Verdad...
Hay
que pulverizar el mí mismo, el sí mismo, el Ego, morir en una forma absoluta,
si es que realmente quiere uno llegar a saber qué cosa es la Verdad;
experimentarla, pero en forma directa, no por lo que alguien le diga o le deje
de decir, por lo que alguien escriba o deje de escribir...
Para
nosotros considero, mis queridos hermanos del Zulia, que lo fundamental es
llegar a descubrir la Verdad; y uno no puede descubrirla fuera de sí mismo
jamás. El que no la encuentra DENTRO DE SÍ MISMO, no la encontrará en ningún
país de la Tierra, en ningún lugar del Universo; mas si la encuentra dentro de
sí mismo, la hallará en todas partes. La Verdad viene a nosotros CUANDO EL YO
HA MUERTO; ELLA ADVIENE, y ésa es su novedad...
La
Verdad nada tiene que ver con el cuerpo, ni con los afectos, ni con la mente;
está más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente.
Desintegrando
el mí mismo, mediante los procedimientos indicados en esta cinta grabada,
llegarán todos nuestros hermanos a experimentar, algún día, la Verdad.
Cuando
uno disuelve el Ego en forma absoluta, adquiere Libertad, viene a saber lo que
es la Libertad. Antes de que se disuelva el Ego, la Consciencia está
completamente presa, formalmente presa, encerrada en un horrible calabozo; ese
calabozo es el Ego. Si uno destruye el calabozo, que es el Ego, la Consciencia
queda libre, y eso es lo fundamental: Acabar con esos grilletes que nos
mantienen presos dentro del calabozo, presos; si lo logramos, la Consciencia
queda libre.
Una
Consciencia libre puede experimentar el VACÍO ILUMINADOR, puede precipitarse en
ese “Vacío” sin fondo, donde resplandece la Luz, y escuchar las palabras de su
Dios Interior Profundo. En ese “Vacío”, no hay criatura humana, ni nadie; allí
sólo se escuchan las palabras del Eterno; pero hay que liberar la Consciencia,
emanciparla...
Mucho
se ha hablado sobre Libertad; ¡cuántos héroes han luchado por la Libertad de
sus pueblos, pero ellos no saben qué cosa es Libertad, porque ni ellos están
libres! Uno no viene a saber qué cosa es LIBERTAD, hasta que no consiga
libertar su Consciencia, y uno no puede libertar su Consciencia hasta que no
acabe con el mí mismo, con el Yo mismo, con el sí mismo.
Mientras
esto que sea Yo, mientras esto que sea mí mismo (“mi persona”, Yo), exista, no
sabré qué cosa es Libertad; mas si la Consciencia consigue libertarse del mí
mismo, si reducimos a polvo al Yo mismo, si lo pulverizamos, la Consciencia
queda libre, y viene uno a saber qué cosa es de verdad la Libertad, una
Libertad que no conoce límites ni orillas, una Libertad sin fin, una LIBERTAD
ETERNA; en esa Libertad hay Felicidad, una Felicidad inagotable...
Las
gentes no saben qué cosa es FELICIDAD; confunden a la Felicidad con el placer,
y he allí que son diferentes. Uno puede pasar unas horas de placer; alguien
gozaría de una fiesta y creería ser feliz, más la Felicidad de verdad no existe
en este mundo.
Uno
no viene a conocer la Felicidad de verdad, hasta que no consiga libertar la
Consciencia; mientras la Consciencia no se haga libre, no se es feliz, y para
que la Consciencia se haga libre, se necesita destruir los grilletes que la
mantienen prisionera dentro de la cárcel del dolor; esa cárcel es el mí mismo,
el Yo mismo, “mi persona”, “mis propios sentimientos”, “mis deseos”, “mi propia
mente atormentada”, “mis preocupaciones”, “mis odios”, “mi lujuria”, “mi
egoísmo”, “mi envidia”, “mis resentimientos”; “yo mismo”: “mis propios
sentimientos”, “mis propios proyectos”, “mis propios deseos”...
Mientras
uno no consiga que se destruya “eso” que soy “yo mismo”, mi Consciencia estará
prisionera; pero el día que esto que “soy yo”, “yo mismo”, sea destruido,
entonces la Consciencia quedará libre, y gozará de la auténtica Felicidad, que
nada tiene que ver con el placer, que es opuesta al placer.
La
Felicidad es algo que nadie conoce y que nadie puede describir La mente no sabe
qué cosa es Felicidad; no podría la mente reconocer la Felicidad, puesto que la
mente jamás la ha conocido. ¿Cómo podríamos nosotros reconocer algo que nunca
hemos conocido? Si nunca la mente ha conocido la Felicidad, ¿cómo haría para reconocerla?
La
Felicidad viene a nosotros; ADVIENE, en una forma natural, adviene cuando el sí
mismo, el Yo mismo ha muerto... Así, pues, HAY QUE LLEGAR A VIVENCIARLA, a
experimentarla en forma directa.
Los
conceptos que puedan haber sobre la Felicidad, varían hasta el infinito, como
varían los conceptos sobre la Verdad. Pero experimentarla es distinto, y la
experiencia de la Felicidad no es del tiempo: Está más allá de la mente, del
cuerpo y de los afectos. LA FELICIDAD ES DEL SER, y “la razón de ser del Ser,
es el mismo Ser”...
De
nada sirven los placeres del mundo, pues no dejan más que dolor; después de la
satisfacción del deseo, lo único que queda es el desencanto. De nada sirven los
títulos, los honores; de nada sirve en el mundo las teorías, de nada sirve en
el mundo las distintas escuelas, organizaciones o formas; lo único que sirve en
la vida es MORIR, para que la Consciencia se emancipe y adquiera “eso” que se
llama “FELICIDAD”... Es inagotable la Felicidad (repito: No es del Tiempo).
¿Hay necesidad de experimentarla? Sí; pero para experimentarla, es urgente
MORIR RADICALMENTE, aquí y ahora.
Así
pues, mis queridos hermanos del Zulia, quiero que escuchen bien esta plática,
quiero que la lleven al fondo de sus corazones. De nada serviría que esto que
estoy aquí grabando, en la cinta, para ustedes, hermanos zulianos, quede
exclusivamente en su intelecto, o en su Personalidad; si eso es así, mi cinta
no les serviría.
Necesito
que estas palabras lleguen más profundamente: Que lleguen a la Esencia, es
decir, a la Consciencia, y esto solamente sería posible, mis queridos hermanos
zulianos, si ustedes ponen un poquito de AMOR en estas Enseñanzas; si ustedes
no aman estas Enseñanzas, tampoco las Enseñanzas podrían penetrar en el fondo
de sus corazones, llegar a sus Conciencias...
Necesitamos
que nuestros queridos hermanos zulianos, antes que todo, AMEN ESTAS ENSEÑANZAS;
si las aman, ellas no quedarán en su Personalidad nada más; repito: llegarán a
la Esencia. Y si en esta existencia no logran disolver la totalidad del sí
mismo, del mí mismo, de todas maneras la enseñanza quedará en la Consciencia, y
en la futura existencia recordarán esas Enseñanzas y les servirán para trabajar
otra vez sobre sí mismos, para trabajar con el propósito de conseguir la tan amada
Libertad...
¡Cuán
grandiosa es la Libertad, cuántas gentes se han sacrificado por la Libertad,
cuántos campos de batalla se han bañado con la sangre de los mártires, pero
cuán lejos está la Libertad para los seres humanos!
Los
mismos libertadores de todos los países del mundo, no han conocido la Libertad.
No es posible conocerla, porque ésta es de adentro, no es de afuera; y no se
puede encontrar en ninguna parte, sino adentro de sí mismos.
Cuando
la Consciencia logra, repito, emanciparse de entre esa mazmorra donde está
metida, y que se llama “mí mismo”, “yo mismo”, experimenta la Libertad, y goza
de la verdadera Felicidad en Dios.
Así
pues, mis queridos hermanos, quiero que se hagan comprensivos, que reflexionen
profundamente mis palabras, que se preocupen más por MORIR EN SÍ MISMOS.
Yo
veo con dolor, siento mucho dolor, al saber que los hermanos de nuestro
Movimiento Gnóstico poco se preocupan por la muerte del mí mismo; no tienen
interés en eso, parece que ese tipo de Enseñanza no les atrae, y es que al Ego
no le gusta ninguna Doctrina que amenace su existencia; el Ego quiere
autodefenderse, la autodefensa es propiedad del Ego. Ahora nos explicaremos por
qué muchos no se preocupan por MORIR EN SÍ MISMOS; al Ego no le atrae eso de la
“Muerte”, el Ego quiere vivir, cueste lo que cueste, pero vivir...
Hermanos
zulianos, aquí en México, nosotros los estimamos mucho, los recordamos con
inmenso cariño, aspiramos que algún día estén aquí, con nosotros, todos los que
quieran.
(...)
Bueno,
he hablado para ustedes mis queridos hermanos del Zulia. He grabado esta cinta
y espero que la estudien. ¡Paz Inverencial! ¡Samael Aun Weor!...
* Lecturas recomendadas, del autor Samael Aun Weor:
- Psicología Revolucionaria
- Revolución de la Dialéctica
- Didáctica del Auto-Conocimiento
http://www.gnosistr.com/
- Psicología Revolucionaria
- Revolución de la Dialéctica
- Didáctica del Auto-Conocimiento
http://www.gnosistr.com/
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